Abstract:
Es de entendimiento histórico que la decisión de la paternidad era una inquietud
incluso en tiempos precristianos. Es tradicional la situación del hijo que Cleopatra
llevó a partir de Egipto hasta Roma imputando su paternidad a Julio César y
construyendo un problema político en Roma que concluyó con el homicidio del propio
Julio César. A partir de aquellas épocas hasta exactamente el año1900 el “parecido
físico” era el exclusivo parámetro concreto por medio de el cual se podía intentar de
dilucidar si un hombre era o no el papá biológico de un infante.
Los desarrollos más relevantes para solucionar dichos inconvenientes recién se
comenzaron a ofrecer durante el siglo XX: a) Una vez que Karl Landsteiner1 en el año
1900 explicó el sistema de conjuntos sanguíneos ABO (antígenos tipo A ó tipo B que
podían o no estar asociados a los glóbulos rojos) y b) Una vez que diversos años más
tarde (hacia 1915) la sociedad científica reconoció y admitió que la manera de heredar
estos antígenos seguía un jefe descrito a finales del siglo XIX por Gregor Mendel en
sus experimentos con vegetales.
La decisión de paternidad por medio de la exploración de los equipos sanguíneos
ABO ha sido usada por primera ocasión de forma legal en Alemania en 1924.
Recién en 1937 la American Medical Association aprobó la utilización de esta técnica
en los EE.UU., aunque ya en 1931 se había dado el primer caso de paternidad
(Commonwealth vs Zammarelli) ventilado en tribunales de los EE.UU.
No obstante, todavía persistía el problema de que lo cual exclusivo que se podía saber
con 100% de certeza era si el papá presunto en impacto NO era el papá biológico; o
sea si ese era excluido como papá. La metodología disponible hasta el momento
no hacía viable nombrar con ningún nivel de certeza fundamental si un papá presunto
SÍ era en impacto el papá biológico (caso de inclusión).