Abstract:
El Régimen de los procesos concursales en Colombia, tuvo que pasar por una serie de cambios, realizados en la estructura judicial. Debido a las dificultades que presentaban estos
procedimientos en relación con la agilidad y eficacia para la pronta recuperación de las empresas, así como de la protección de los derechos, especialmente de los acreedores, a finales del
año 2002 el Gobierno se pronunció, presentado un anteproyecto, diseñado para cambiar el esquema y reemplazar las leyes que se encontraban en vigencia para este proceso, entre las que
se destacaban la Ley 222 de 1995 y la Ley 550 de 1999.
Mediante la Ley 1116 de 2006, se establece el “Régimen de insolvencia empresarial” en nuestro País, como un mecanismo de protección en las relaciones comerciales y patrimoniales, la
cual incluye sanciones para aquellas conductas que intenten obstaculizar el fin propuesto por la Ley.
La ley de insolvencia empresarial tiene como objetivo principal la protección a los créditos, la recuperación y la conservación de la empresa o actividad económica, como unidad de
explotación económica y fuente generadora de empleo.
Esta Ley, se ha considerado como un mecanismo empleado para corregir los errores y los perjuicios causados por la inoperancia en la aplicabilidad de la Ley 222 de 1995 y Ley 550 de
1999, derogadas por esta misma, pero que aún se siguen aplicando a los procesos que se encontraban en curso.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, decidimos enfocar nuestra monografía al análisis de la aplicación y efectividad que han tenido estos procesos en los estrados judiciales de la
Ciudad de Tuluá, iniciados por comerciantes que han caído en una situación de insolvencia económica.