Abstract:
Los crímenes masivos se han cometido a lo largo del tiempo en todo el mundo y muchos realizados
por razones políticas; en los que algunas de las razones fueron por móviles ideológicos, e
históricamente en ocasiones eran censurados o presentados con deformaciones ideológicas para así
poder justificar las atrocidades perpetradas. De todas formas, en las últimas décadas
se ha buscado el reconocimiento del público hacia este tipo de crímenes, varios de ellos dirigidos a
corrientes ideológicas de izquierda, situación ante la cual se ha guardado silencio o se han
minimizado los hechos ocurridos.
Así las cosas, en Colombia se ha llevado a cabo la práctica de criminalidad sistemática en contra de
movimientos de oposición política, bien abiertamente o de forma oculta por sectores del
poder estatal, representado en las fuerzas militares, otros organismos del Estado o en complicidad
con grupos paramilitares; presentando los medios de comunicación los hechos
confusamente como una estrategia para lograr la impunidad, de modo que en esta situaciones sea
difícil distinguir si los ataques partieron de grupos ilegales o el narcotráfico o la delincuencia
Común. El Estado se ha valido de legislaciones como los Estados de Excepción para adoptar un
empleo arbitrario y excesivo de la fuerza.
Por otro lado, este trabajo tuvo como objetivo general: analizar la problemática y el impacto que
tendría reconocer la extinción de los miembros de la Unión Patriótica como un crimen de lesa
Humanidad, tomando en cuenta especialmente los crímenes cometidos contra militantes de este
partido en el Valle del Cauca, Colombia entre los años 1984 y 1997.