Signos cutáneos faciales de dermatitis atópica y Niveles de IGE

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Date
2012Author
Solís Fonseca, Juan David
Uribe Navia, Marisol
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La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel, crónica, recurrente y
muy pruriginosa, la cual tiene por predisposición genética, asociada a altos niveles de IgE
sérica y a atopia respiratoria. Su diagnostico solo puede hacerse por la presencia de tres
criterios esenciales: historia personal o familiar (en primer grado) de atopia, prurito y
eczema. En estos pacientes participan en forma activa el estrés emocional, las
infecciones y las alteraciones de la piel, entre otros. (1)
Aun no se ha vislumbrado, la asociación entre sí a niveles altos de IgE la enfermedad es
más severa o no, lo que lo convierte en nuestro tema central de investigación. La atopia
se conoce universalmente como una diátesis genotípica, determinada por la expresión
de por lo menos 20 genes, los cuales interactúan con múltiples factores ambientales
(fenotípicos), manifestándose como un síndrome de aberraciones inmunológicas. Como
resultado de eso, cada individuo atópico posee una “huella alérgica única”; además, estos
pacientes poseen otra gama de combinaciones y permutaciones comúnmente asociadas
con hallazgos genotípicos, tales como xerosois, anormalidades vasculares, etc. (2,3)
Los pacientes atópicos producen grandes cantidades de anticuerpos específicos IgE
contra alergenos comunes (ácaros del polvo, pólenes, mohos, alimentos, drogas); son
detectados por pruebas cutáneas o por RAST, siendo positivos en el 85% de los
pacientes; sin embargo, no hay concordancia con el curso de la enfermedad. La mayoría
de las pruebas cutáneas positivas, sobre todo para alimentos, son falsos positivos.
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ilustraciones, gráficos, tablas
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