Decepción en la resocialización como fin de la pena privativa en Colombia
Abstract
La defensa social al delito, ha imperado en el mundo, como esa necesidad de
salvaguardar el orden social a todos aquellos que la ponen en peligro con su actuar
delictivo. El origen de las cárceles se remonta hace años, cuando el hombre tuvo la
necesidad de poner a sus enemigos bajo dependencia, personas que eran
consideradas peligrosas para el colectivo, eran encarceladas en lugares agrestes
como cuevas, tumbas, cavernas etc. Así mismo era el castigo, deshonroso,
inhumano, y arbitrario.
A través del desarrollo cultural y social se generó un avance en el tema de la
sanción penal, se humanizó el sistema, prohibiendo maltratos físicos y morales, se
empezó a suministrar a los internos información apropiada sobre el régimen del
establecimiento de reclusión, integrado por derechos, deberes, normas
disciplinarias, procedimientos para formular quejas, y reclamaciones, entre otras
garantías, donde poco a poco fue surgiendo en el plano internacional y nacional el
sistema penitenciario, caracterizado por el tratamiento y preparación brindado a
personas privadas de la libertad, en búsqueda de que en el futuro vivan en paz y
armonía con los demás miembros de la sociedad, y no incurran en violación a la
norma penal.
Con la llegada de la reinserción social al plano penitenciario, La responsabilidad
social del Estado Colombiano, ha obtenido dentro de sus lineamientos, las personas
privadas de la libertad en los centros penitenciarios y las personas que ya
cumplieron o purgaron una pena, con miras a obtener un trato digno, no diferenciado
y con oportunidades, con proyectos viables y sostenidos, encaminados a la
reinserción social.
Una de las acciones que desarrolla El Estado Colombiano en materia de
Resocialización en las instituciones carcelarias, es el estudio como comprensión
subjetiva y objetiva del delito como antivalor, resignificación de las experiencias en
cuanto a la trasgresión y la opción laboral con calidad y competitividad. Como regla
general para que la persona penada avance se de haber observado una buena conducta en el comportamiento durante el tiemplo de reclusión, así como acreditar
la participación en actividades de resocialización, a través de la disciplina, la cultura,
el deporte, y las relaciones de familia.
Descripción
ilustraciones, gráficos, tablas