Abstract:
En la facultad de ingeniería actualmente con el proceso de realización del horario se tiene un inconveniente considerablemente importante, debido a que la tarea se realiza con datos que pueden cambiar y tardar en obtenerlos actualizados por parte de los realizadores del trabajo como por los usuarios involucrados, de modo que hacerlo de forma eficiente es complicado de modo que la realización del horario de clases se ve afectado, no solo por esta variable, sino también por los cruces que los docentes puedan presentar con otros programas en los cuales ellos imparten clase dentro de la institución.
El horario de clases de una institución arranca con ella, puesto que si no se cuenta con uno de se tiene orden sobre la clase a ver y los docentes que las va a dictar, el horario de clases es uno de los documentos más consultados por los estudiantes y por los profesores de la Unidad Central del Valle del Cauca. Al principio de cada semestre es necesario tener el horario de clases escrito o publicado en algún sitio para conocer la planeación de estas actividades. Sin embargo, la construcción de este documento aparentemente sencillo llega a ser una tarea dispendiosa, por la cantidad de agentes que intervienen en su construcción.
En este proceso se involucra parte del personal del área administrativa de cada facultad, como los docentes, el coordinador y el decano, dentro de sus funciones esta organizar, revisan y validan la información para enviarla a la vicerrectoría académica, en donde se hace una nueva verificación. Una vez se tiene la autorización de la vicerrectoría académica esta información se empieza a cargar al Sistema de Información de Gestión Académica- SIGA.
Pero esto corresponde a la forma simple de describir este proceso, porque en realidad el proceso inicia con los profesores, más específicamente con el conocimiento de las horas disponibles en las cuales puede orientar la cátedra que necesita la Universidad. El principal inconveniente con este paso es que esta información se pregunta y se obtiene de forma no escrita, es decir, no quedan registros de ningún tipo, y de este modo los docentes, de acuerdo con sus conveniencias, pueden cambiar su horario de disponibilidad fácilmente, sin que el coordinador, persona que se encarga de recopilar estos datos.